Tienes que comer algo de este mundo, sino desaparecerás
Comete un alfajor
Triple
No, mejor cuádruple.
Con exceso de dulce de leche y bañado en almendras
Comete un hígado
O un boxeador
O un diablo que reparta dinero a los que menos tienen
Comete un tango, en San Juan y Boedo, mientras hacés el amor desde un balcón que da a la avenida dependencia
Comete un churro
Armado en tu casa
Porque esa mierda nefasta llena de pegamento no es bien
Comete esta ciudad
Verdeamarela
Sus bicicletas
Sus bici sendas
El odio en la bocina del taxista
Y el rocío helado del que no tiene hogar
Comete el pan de la pobreza
El desdén del altanero
El último vagón de ese tren
Que ya no pasa por tu vida
Comete la pastilla azul
Que deshilvana la impotencia del desamor
Comete esto, para no sufrir
Comete todas las placentas
Que nía y doche son deshechos del sistema médico hegemónico
Comete el caldo del capitalismo
Vendido en esa caja verdiazul
Comete el libro, el título, la matrícula
Comete el miedo del ultraje
Comete el poncho del ruiseñor
Comete el sol, agujereado
Y las balas, colador
Comete el destino del lobo
Comete la hoguera y la sangre
La prisión, el esperpento
La armonía del suplicio
La amistad, el dinero, el blanco del lavarropas, el negro del lavatripas
Tomá la leche, la verdad láctea, el durazno y la pelusa.
O, si no, podés hacer como Chihiro y La Huesera
Y ver
Que hay otro mundo
Más acá
Del que te cuenta este poeta
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