viernes, 11 de octubre de 2013

la decision por Ale

Alegro, un tipo simple, amoroso, para entrar o salir de ella, decidió volverse a compartir. Sin darse cuenta en el sueño, que el tiempo nos corre por las pistas de atletismo con ametralladoras, mausers y snipers. Por algo nos detiene. A través de un celular.
Alegro avanza paso a paso, espeso, escalpela el camino, lo acaricia con el filo de sus pasos.
Alegro, un transeúnte, al menos desconocido, persiguiendo a caníbales álmicas que van descorazonando y acorazando bondades ajenas. 
El camino es largo para los solos.
Un transeúnte, al menos, persiguiendo a las caníbales álmicas, obsesivo.
Cerdos!...
¿Cómo pueden pedirle las sobras del amor a un pobre ángel pobre?
Acaso son también, ustedes, perdidos del camino...?
Los salvados, los nocturnos y amanecidos, todos entienden una verdad de vereda: le faltó esperma a tu concepción... ¿Y todavía pensás que algunos tememos morir?
Cerdos... como pueden pedir...?
¿Por qué no se amortajan de una vez?
Cortate, alivia la tensión... cortate para satisfacerte!...
Mi anhedónica amante no puede ser...
Taconeá el andar, el tablao, el espacio vacío... taconeá, q las hadas usan botas también.
Quiero oírte.

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