viernes, 11 de octubre de 2013

los pathos del botanico o la sinfonia patetica por male


Todos los días a las cinco y media me encuentro con él en el Botanico.Damos cinco vueltas o siete si llueve y nos volvemos a la perra vida. 
Yo nunca (le) digo nada porque pierdo la capacidad del habla apenas mismo lo veo, entonces, dejo nomás que me cuente sin parar cómo le dió de comer a su gatito o cómo fue qué le arregló la gotera a marita.
A veces (cuando no llueve y hace calor, tanto, que se siente el olor a pis) me habla de cuando era joven y tocaba el piano. 
Yo siempre lo escucho sin chistar y lo miro a través de mis anteojos color coral con cara de amor.
Es ahí, cuando él se enoja, se pone furioso ( casi casi como papá cuando la milanesa estaba caliente), porque dice que si yo fuera su novia todo se arruinaría y que mire qué tan lindo es el botanico como para no venir más por mi culpa.
yo entonces medio estrujada me pongo a pensar que qué cruel es el amor a veces y me subo al banco verde ingles donde cuando era chica fumabamos tabaquito armado entonces lloro, lloro como nunca ( como siempre).
Él sonrie.
-estás regando-me dice con su cara de idiota que me genera las más altas fantasias.
-estás creando vida-Y ahí nomás-casi como si fuera magia nace una planta tamaño plata de esas que uno ve por ahí.
Hoy justo salieron mandarinas (ñami).
Mientras escupo una semilla de manera poco sensual.
el me zampa el ultimo beso del dia.(el que me guardo toda la nochecita bajo siete llaves ) y me confiesa, medio de mientras, que ama mis lagrimas porque son su lluvia. su lluvia personal.
y es así como pasamos los días.

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