viernes, 11 de octubre de 2013

por jazmin

Encarno todos los días en esta búsqueda que a veces agota pero no para de alimentarme. Y yo, yo soy glotona, yo siempre tengo hambre, yo devoro con ansiedad y si no mastico igual te digiero, y si me caés mal te vomito, y si quiero vuelvo a tomarte, a meterte adentro mío.
Encarno todos los días con este cuerpo de mujer, pocas tetas mucho culo, a la niña del amor para toda la vida a todo el que nos permita entrar, a mí y a mis otras yo.
Ellas, yo, ellas las que fui, ellas las que soy, ellas las que seré, ellas las que aborté y abortaré, ellas las que escucho y ellas a las que no.
Hay una sola ella yo que no tolero, la yo ella que duda, la yo ella, ella yo que no usa los ojos como espejos y su espejo como ojos, la ella yo, yo ella que no siente el roce de la seda del vestido de verano que al fín llegó después de tanto frío, de tantos dedos duros, cuando me agacho frente a vos, frente a ellos vos, para decirles, a través del punto del origen de la materialidad de tu ser, que yo también, que no digas nada, que yo también. Yo también.

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